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Reflexión
Anti-Capitalismo
Anticolonialismo
Anti-Heteropatriarcado
¡Espantemos el miedo!
Revista Periferias
2022-09-21
Por Merdi Mukore

traducido por Ana Rivas

Un hombre fue golpeado durante veinte minutos por agentes policiales. La imagen es brutal, pero alguien puede deducir rápidamente que la escena tiene lugar en un país mal alumno de la escuela de Derechos Humanos. El video capturado por una cámara de vigilancia muestra a un productor musical siendo golpeado por agentes de la ley en el corazón de París. ¡Qué ironía! Varios otros videos terminan revelando el secreto de una intervención en la que un policía se da el lujo de golpear a un hombre en el piso, hasta que él mismo se termina hiriendo, bajo la mirada complaciente de sus compañeros. Un internauta, navegando por la internet, pasa el dedo por la pantalla de un teléfono inteligente y hace una pregunta idiota: “Si Michel Zecler fuera blanco, ¿habría tenido derecho a un tratamiento tan honorable y distintivo? ¡Un hombre negro que vive en el distrito 17 es ciertamente sospechoso!" ¡Qué absurdo! Pero es una realidad que a muchos les cuesta asimilar: la discriminación en el país de la igualdad y la fraternidad. ¿Quién podría creerlo?

De una vuelta, Francia no es racista ni el Congo tampoco no es tribal. ¡Y punto!

¿Obama no es una de las personalidades favoritas de los franceses? De una vuelta, Francia no es racista ni el Congo tampoco no es tribal. ¡Y punto! Un mundo ideal es aquel en el que todo va bien, todos se aman, todos se respetan y todos son tratados con imparcialidad. Un mundo en el que no le diríamos a una mujer que es hermosa incluso para ser una mujer negra. No es el Congo donde un kinshasense — abierto y acogedor con todos — le dirá que no se debe colocar a un miembro de la etnia Luba en una posición de responsabilidad ya que existe un gran riesgo de que sea demasiado cauteloso. El racismo en Francia es similar al tribalismo en el Congo: condenado por las opiniones, pero impregnado en las mentes. ¡Esa es la razón! ¿Por qué un bebé llora después de dejar el cuerpo de la madre? Ya no se encuentra en su ámbito natural; acaba de aterrizar en un lugar extraño, por tanto, protesta. Él tiene miedo. Es la naturaleza humana, una resistencia hostil al cambio y que se opone a dejar su zona de confort.

La mancha histórica de los prejuicios

Érase una vez ... el código negro. Nadie necesita afirmar que la esclavitud es uno de los crímenes más crueles, si no — el más cruel —contra la humanidad, pero hubo una época en que este crimen monstruoso fue legal, o más bien, justificado. El código negro, un conjunto de textos jurídicos y legales que se refieren esencialmente a la administración y condición de los esclavos en los países del imperio colonial francés entre 1685 y el fin del Antiguo Régimen, justifica la esclavitud de personas deportadas de África a través del racismo. Estamos en 1685, no olvidemos que la esclavitud fue abolida en Francia en 1848, pero las consideraciones raciales continúan sobreviviendo hasta el día de hoy. ¿Pero cómo?

En 1853, también en Francia, aparece la primera edición de un ensayo que surge directamente del imaginario de Arthur de Gobineau. El diplomático francés firma, a través de este extenso texto, una obra de referencia para la ideología racista “fundada” sobre bases científicas.

Gobineau expresa su preocupación, pues la especie humana no puede escapar de su propia decadencia. ¡Destino cruel! Él recapitula la historia a través de las civilizaciones. Gobineau visita a los mongoles, los egipcios de la época de los faraones, los asirios, fenicios y arios... un recorrido por el mundo en menos de veinticuatro días y descubre la causa de la desaparición programada de la humanidad.

¿El calentamiento global? ¡No! ¿Relativismo moral? ¡Nunca! ¿La política y sus ansias por el poder absoluto? ¡De ninguna manera! ¿COVID-19? ¡Eso no existe!

¿El mestizaje? ¡Bingo! Gobineau sostiene que el mundo está muriendo por causa de la existencia de varias razas que se siguen mezclando. El autor es pesimista e intenta pensar en un mundo ideal, un mundo donde cada raza permanezca en su lugar. La raza blanca, llena de belleza, inteligencia y fuerza, en la sala VIP; la raza amarilla, con tendencia y potencial para la mediocridad, en un rincón aceptable, y la raza negra, considerando la nulidad de su inteligencia, quedaría cubierta de inmundicias.

Para el sociólogo Pierre-André Taguieffe1, Gobineau no se distancia de la crítica por acumular en su descripción de la raza negra, los prejuicios y estereotipos negrofóbicos más denigrantes y criminosos. Gobineau publica el Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas cinco años después de la entrada en vigor de la constitución francesa de 1848, que abolió la esclavitud y puso fin a todas las formas de discriminación de clases y castas. ¡El contexto! Sin contradecir las tesis que afirman que el libro no es un credo del racismo, o que sea necesario diferenciar entre racismo y racialismo, la historia sostiene que este ensayo dio crédito a todos los prejuicios que alimentan las teorías racistas. Así lo demostró Hitler.

Es necesario subrayar que originalmente Arthur de Gobineau estaba simplemente inquieto. Su inquietud se basaba en una visión del mundo en que hombres y mujeres de diferentes razas vivirían en perfecta simbiosis. Los prejuicios que siempre tuvo contra otras razas lo llevaron a visualizar un futuro apocalíptico donde el ser humano sería mitad ángel mitad demonio. ¡Catástrofe!

Arma de una causa política

El origen del tribalismo en el Congo democrático es confuso, ya que el término "tribu" está sujeto a una ambigüedad creada por el colonizador. Ciertamente guiado por la ignorancia, el colonizador llamó de tribu a grupos de personas que se diferenciaban entre sí, según criterios, que él mismo consideraba objetivos. Quizás si hubiera estado más interesado en los africanos que en su subsuelo, habría constatado que su definición basada en una organización social fija y estática no se correspondía con las realidades culturales africanas.

Sin embargo, tras la conspiración de Berlín de 1885, las fronteras llegaron a delimitar las extensiones de los nuevos Estados creados desde cero por los hombres que habrían venido a "civilizar" el continente. ¡Qué audacia! Como ejemplo, la República Democrática del Congo, otrora jardín privado de Leopoldo II, donde existen más de 400 etnias, comunidades enteras fueron divididas y otras, antes extranjeras, las agruparon bajo la misma jurisdicción.

Divide y vencerás, ¡no cambiamos la fórmula ganadora!

¡Qué desastre! Ciertamente, antes de la colonización, existía una relación de exclusión entre las comunidades, otra preocupación expresada por Gobineau basada en prejuicios que tienen un valor real para quienes creen en ellos. La cacofonía sostenida por el colonizador, obligando a las comunidades que durante mucho tiempo convivieron de manera hostil, no contribuyó en lo absoluto a la paz. No importó, esa situación fue una bendición para el "civilizador" imponer su poder. Divide y vencerás, ¡no cambiamos la fórmula ganadora!

Entre los años 1894 y 1949, la administración colonial belga se esforzó por reunir a las poblaciones congoleñas en tribus para ejercer su poder sobre ellas. Alineando sus pasos con los de Gobineau, procedió con una especie de jerarquía de las tribus creadas. Aquellos cuyos miembros parecían más receptivos a los ideales del colonizador eran considerados superiores a aquellos que eran reticentes. Con mucha atención para no descuidar ningún detalle, la tribu o etnia de una persona era obligatoriamente mencionada en su cédula de identidad, además de que la organización de las ciudades agrupaba a los habitantes según su forma de vida o lengua común. ¡Y no acaba allí! Las asociaciones tribales nacieron con la bendición de la administración colonial y las utilizó como intermediarias en la relación con la población.

Las diferenciaciones tribales estaban tan arraigadas que, la noche del 30 de junio de 1960, cuando el Congo Belga se independizó, casi todos los partidos políticos existentes eran, de hecho, una réplica de las asociaciones socio-tribales como ABAKO - Alianza de Bakongos - el partido de Joseph Kasa-Vubu, primer presidente de CONAKAT - Confederación de Asociaciones Tribales de Katanga - partido de Moïse Tshombe. Estas son prácticas que perduran hasta hoy.

Mobutu y sus 32 años de reinado vinieron a poner fin a la hegemonía tribal en el núcleo y corazón de la sociedad congoleña al imponer un pensamiento único, sin antes encauzar las cosas totalmente. Recordemos la “caza de katangueses” en la provincia de Katanga en los años 1991-1992, en un momento en que Mobutu tenía una lucha política con Etienne Tshisekedi. He aquí, los viejos demonios que resurgen en 2020 con las tensiones políticas entre el partido del ex presidente Joseph Kabila, originario de la provincia de Katanga, y el de su sucesor Felix Tshisekedi, un katangués.

Esos viejos demonios que recuerdan que Patrice Lumumba, héroe nacional y nativo de la provincia de Cassai, fue asesinado en Katanga, la provincia natal de su enemigo Tshombe. Es una práctica común en Kinshasa rechazar un contrato de alquiler debido a su origen étnico. Incluso se considera un insulto ser llamado Muyaka, ya que los Bayaka son vistos como un pueblo primitivo que no logra adaptarse a la modernidad. Cuenta una leyenda popular que un Mungala es un ladrón clarividente. Por lo tanto, un hablante de suajili debe ser muy cauteloso si tiene que vivir con un Mungala, ya que sería un especialista en envenenamientos.

Miedo a la diferencia y al cambio

El racismo y el tribalismo son una manifestación de miedo. Sí, de miedo. ¿Quién nunca tuvo miedo? El hombre tiene miedo cuando cree que está en peligro. Comprendemos así por qué Sartre relega a los "otros" al infierno. El miedo al extranjero requiere ser entendido a partir de sus raíces y sus orígenes. Y aquí es donde se esconde la bestia, asimilamos la descendencia de un ladrón hasta de un tramposo. Sin embargo, la hija de una prostituta no tiene otro futuro, sino la zona roja, ¡es incuestionable! Incluso podemos decir que las hienas no engendran perros, ¡eso es obvio! Los clichés funcionan para todos, pero ¿debemos limitar la existencia? ¿Por qué manifestar ese miedo que no tiene razón de ser?

Se espera que un bebé crezca hasta llegar a la edad escolar. El primer día de escuela, ¡una experiencia de vida! Salir de casa y pasar todo el día en compañía de ilustres desconocidos. En mi primer día en la escuela, lloré. Tenía miedo, miedo de estar en medio de gente que no conocía, en un lugar donde nunca había estado. Tres meses después, me gustaba ir a la escuela porque esos ilustres desconocidos se convirtieron en mis colegas y otros, en mis amigos. Ya no tenía miedo.

El racista, así como el tribalista, es ese bebé que sigue llorando de miedo, que quiere volver a vivir en el vientre de la madre en vez de dejarse llevar por todo el amor del mundo

El miedo es una espiral mortal, el miedo al extranjero es un círculo suicida en un contexto donde el mundo se convierte en una aldea, donde las barreras se convierten en puentes. El racista, así como el tribalista, es ese bebé que sigue llorando de miedo, que quiere volver a vivir en el vientre de la madre en vez de dejarse llevar por todo el amor del mundo. El miedo es omnipresente, está en el mercado, en la comisaría, en la iglesia, en la escuela. El miedo no es sólo ideológico, está presente en las instituciones públicas, en los registros, en la administración de los pueblos originarios. El miedo es fecundo; es ese grano plantado que crecerá para convertirse en árbol y dar frutos: la violencia, la intolerancia, los puntos de vista, las teorías de conspiración, el negacionismo, el sectarismo, la discriminación, las desigualdades. Es necesario eliminar el miedo para experimentar el lado más hermoso de la vida. Es necesario acabar con el miedo para descubrir las maravillas del mundo.

 


Merdi Mukore | Congo |
Joven escritor congoleño. Escribe textos teatrales, cuentos cortos y prepara su primera novela. Sus textos se traducen al inglés, al swahili y al portugués. Participa en varios talleres y jornadas de escritura organizados por la Tarmac des Auteurs, talleres de cuentos del Writivismo y del Afro Young Adult. Sus textos teatrales han sido llevados al escenario de diferentes eventos culturales como el Festival Ça se passe à Kin. Sus cuentos se han publicado en antologías, especialmente en Chronique des Grands Lacs, Les oiseaux d'eau sur la rive du lac : une anthologie de jeunes adultes africains (Crónica de los Grandes Lagos, Los pájaros del agua a orillas del lago: una antología de jóvenes adultos africanos) y en revistas literarias (Revista Lelo, WIP Littérature sans filtre, Periferias).

Miembro activo de varias asociaciones culturales, especialmente Tarmac des Auteurs. Miembro del Consejo Administrativo de Escritores del Congo ASBL y del Comité Editorial de Edições Miezi. Secretario General (2019-2020) de la Asociación de Jóvenes Escritores del Congo.



Contenido Original por Revista Periferias