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Reflexión
Original
Anti-Capitalismo
Anticolonialismo
Anti-Heteropatriarcado
Los deseos de abortar (nos) importan.
Los deseos de acompañar también. 
AN Original
2020-09-16
Por Ruth Zurbriggen

Socorristas en Red (feministas que abortamos) es una articulación de colectivas feministas de Argentina, nos aliamos para dar información y acompañar decisiones de abortar asentadas en prácticas autogestivas. Los inicios datan del año 2012. Surge como impulso político de la colectiva La Revuelta en Neuquén, Patagonia argentina, quienes habíamos creado un dispositivo de acompañamiento de abortos seguros con medicamentos en 2010.

El devenir de los nominados Socorros Rosas y de Socorristas en Red (SenRed) se inscribe en un contexto particular en relación al abordaje e instalación del derecho al aborto en el escenario político, social y cultural. Una serie de eventos cobijan y sostienen esta aventura política que fue creciendo en incidencia con el transcurrir de los años y que en 2018 tuvo un crecimiento vertiginoso como parte de la llamada Marea Verde. En la actualidad reúne a 56 colectivas. Nos retroalimentamos en entramados simbólicos de una constelación de luchas por el aborto legal en Argentina y en América Latina y del Caribe.

Sin pretensión de exhaustividad y lejos de querer borrar una genealogía de más larga duración, señalamos que los alojos para SenRed están dados por: a) la presencia del reclamo por el aborto legal en los Encuentros Nacionales de Mujeres, hoy Encuentros Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries; b) la existencia desde el 2005 de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito; c) la publicación del libro Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas de Lesbianas y Feministas por la descriminalización del aborto y la línea telefónica “Más información, menos riesgos”; d) la revolución tecnológica que implica la existencia de medicamentos para abortar; e) el escenario abierto con leyes garantistas de derechos logradas entre 2005 y 2015, en particular aquellas que vinieron de la mano de movimientos feministas y LGTTBIQ+; f) la conformación del colectivo Ni Una Menos en 2015 y la capacidad de agenciar movilizaciones callejeras masivas; g) el despliegue de la potencia que organiza los paros del 8M; h) la existencia de redes de profesionalxs de la salud garantistas de derechos.

SenRed es el gesto activista con el que ensayamos la instalación de unas pedagogías otras que buscan dotar de belleza política a las prácticas de abortar y a las de acompañar.  Que realzan al aborto como acontecimiento político e íntimo. Unas pedagogías que se vuelven apuestas y promesas.

Pedagogías corpo-aborteras de la escucha: que no saben de antemano pese a la insistencia del aborto como parte de la cotidianeidad. Que se sostienen también en pliegues enigmáticos. Que hacen del escuchar implicado el centro de las inquietudes y desde allí el entendimiento de la complejidad que acarrean esas decisiones. Que no trata de comprenderlas para acabar por aprisionarlas, que trata -más bien- de dejarse atrapar, de dejarse tocar, de dejarse acariciar, para ensanchar sentidos y disputar modos activistas afectados. Modos activistas del estar ahí, de poner el cuerpo, de la acción directa y, con ello, el flujo de unas emociones que no cesan.

Pedagogías del acontecer colectivo para a(r)mar reparaciones: que buscan interpelar y distanciarse de aquellas experiencias de abortar vividas en soledad, en el más férreo silencio, cargadas de culpabilización, pagando cuantiosas sumas de dinero a quienes hacen su negocio aprovechándose de la negativa de un derecho o poniendo en riesgo su salud y su vida a costa de la decisión, con prácticas inseguras. Hay comunidad, hay una búsqueda incesante por ligar lazos con las vidas deseadas, hay pactos para acompañar y acompañarse. Hay imaginación e ingenierías para la creación de abortos seguros y cuidados, abortos en las mejores condiciones posibles. Hay prácticas de un hacer muchas veces palpable e intransferible a la vez, que reafirma que se mueven cosas. No se acaban todos los problemas que acarrea la ominosa clandestinidad con el hacer de SenRed, pero sí advertimos que colaboramos en la instalación de sentidos de legitimidad y legalidad novedosos y con ello aportamos modos de justicia.

Pedagogías que implican la recuperación de saberes expropiados por la medicina hegemónica: que buscan sustraer al aborto de la unilateralidad y el reduccionismo que implica nominarlo exclusivamente como problema de salud. Que produce sistematizaciones de los acompañamientos autorizando conocimientos experienciales vitales. Que describe saberes, los densifica y -en esa misma operación- sospecha, para evitar ritualizaciones.

Pedagogías del decir de los abortos: que nombran, dicen, escriben los abortos; que vociferan, cuentan y cantan los abortos. Hablamos a través de la experiencia de acompañar a quienes abortan para lograr apegos y hospitalidades; para lograr desapegos con las indiferencias y las hostilidades torturantes y desalentadoras de la decisión. Nos mueve el deseo de provocar ensanchamientos de la sensibilidad despenalizadora y legalizadora. Nos mueve el deseo de la felicitación para la decisión de abortar como de la felicitación para la decisión de maternar.

Pedagogías de las narrativas como tácticas políticas: que traen al escenario social argumentos para exigir la legalidad del aborto desde la encarnadura misma de los abortos producidos en este aquí y ahora. Narrativas que desbordan los discursos existentes. Que agrietan los discursos totalizantes y universalizantes. Que dejan de poner al aborto como el último recurso en una cadena de significantes que así lo coloca cuando insiste el derecho al aborto legal para no morir, exclusivamente. Que hacen poesía, literatura, obras de teatro, ensayos, productos audiovisuales, investigaciones, campañas que suman bravura esperanzada a las mareas verdes,  violetas y multicolores.

Las prácticas de cuidado desplegadas nos unen en clave genealógica a grupos en el mundo que asentaron su hacer en la autoconciencia como parte de las disputas por la producción de libertades y autonomías sexuales. Buscamos construir feminismos intergeneracionales traspasando fronteras nacionales junto a la Red de Acompañantes Feministas de Aborto de América Latina y Caribeña. Apostamos a habilitar relaciones de confianza y autorización, sin dejar de reconocer las relaciones de poder que nos atraviesan, también al interior de la propia Red. Ambicionamos a(r)mar feminismos interseccionalizados, populares y arriesgados; desarrollar liderazgos y pasiones; vivenciar brincos de libertad micropolíticos, amorosamente implicados.

En SenRed resuenan preguntas. Nos aguijonean. Nos rondan. Nos empujan. Nos sacuden.  Nos conmueven. Acompañar abortos como apuesta por ensanchar nuestras vidas. Por humanizarlas. Por hacer hendiduras con lo colectivo y lo comunitario. Acompañar para interpelar la cosificación de nuestras vidas. Acompañar la proximidad de ese aborto por-venir. Acompañar a resolver problemas. Acompañar ante el desamparo y el abandono estatal. Acompañar y ofrecer disponibilidad. Acompañar para que sea ley. Acompañar para no agotar nuestras aspiraciones en leyes estatales. Acompañar para armar desobediencias y revanchas. Acompañar desde la pasión por actuar. Acompañar como apuesta ética por los cuidados. Acompañar desde una erótica que reconoce la precariedad de los cuerpos. Acompañar creando contornos afectivos que permitan la proliferación de otros archivos sensoriales respecto de los abortos. Acompañar para que sea legal, libre y feminista.

La pandemia por COVID-19, no nos expropió la imaginación colectiva. Por eso, definidas en Argentina las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio por parte del presidente Alberto Fernández, armamos otros modos para estar cerca, para que quienes necesitaran abortar no entraran en zonas de riesgo (nuestras sistematizaciones arrojan que entre el 1 marzo y el 30 de julio acompañamos a 7200 personas en sus abortos). 

Parafraseo a Sara Ahmed (2018): tenemos que afirmar a cada rato que los deseos de abortar importan y nos importan; que nuestros deseos de acompañar esas decisiones también importan y nos importan. Hay todo un sistema empecinado en hacer -y hacernos- sentir lo contrario.  Nos importa la vida elegida. Nos importa estar. Nos importa ahí. Nos importa cerca.


Ruth Zurbriggen: activista feminista, docente, investigadora, acompañante de abortos. Profesora para la Enseñanza Primaria, Profesora en Ciencias de la Educación y Especialista en Estudios de Género. Integra la colectiva feminista La Revuelta en Neuquén y Socorristas en Red (feministas que abortamos).